La patria es estar lejos de la patria: una nostalgia de la infancia en noches en que te sientes viejo, una nostalgia que sube a tu garganta como el agrio sabor del vino en las resacas duras. La patria es un estado: pero de ánimo. Un viejo invernadero de pasiones. La patria es la familia: ese lugar en el que dan paella los domingos. Una patria es la lengua en la que sueñas. Y el patio del colegio donde un día bajo una lámina de cielo oscuro decidiste escapar por vez primera. Mi patria está en el cuerpo de Patricia: mi himno es su gemido, mi bandera su desnudez de doce de la noche a ocho de la mañana. Tras la ducha mi patria va al trabajo, yo me exilio. Juan Bonilla