Pensar en ti es azul, como ir vagando por un bosque dorado al mediodía: nacen jardines en el habla mía y con mis nubes por tus sueños ando. Nos une y nos separa un aire blando, una distancia de melancolía; yo alzo los brazos de mi poesía, azul de ti, dolido y esperando. Es como un horizonte de violines o un tibio sufrimiento de jazmines pensar en ti, de azul temperamento. El mundo se me vuelve cristalino, y te miro, entre lámpara de trino, azul domingo de mi pensamiento. Eduardo Carranza