No llores tanto. No te mojes otra vez. No te chupes el dedo. Duérmete mi sol. No seas una bebé malcriada. No toques todo. No rompas nada, no grites así­. No te comas las uñas. No seas una criatura tan traviesa. No me desobedezcas. No contestes de ese modo. Eso no se dice, eso no se hace. No seas una niña problema. No escribas con la mano izquierda. No salgas del renglón de doble raya. No pintes de azul el caballito. No dejes de usar el uniforme. No seas una alumna diferente. No andes con esas amistades. No te pongas esa ropa horrible. No te portes como una cualquiera. No confí­es en ellos; solo quieren una cosa. No seas una jovencita rebelde. No tendrás otro dios más que a mí­. No gastes tanto. No seas tan celosa. No plaguees más. ¿No sabes cocinar otra cosa? No seas una esposa fastidiosa. No revises mis cajones. No me aconsejes a tu estilo. No me des más sermones. No me digas "yo te dije". No seas una madre cargosa. No olvides tu medicina. No pierdas otra vez los anteojos. No comas eso que te hace daño. No repitas otra vez la misma historia. No lleves el gato a la cama. No seas caprichosa, abuela. Dirma Pardo Carugati