Conoceréis el amor y entonces pensaréis en la muerte; reconoceréis la belleza y entonces pensaréis en la maldición del paso del tiempo. Leeréis un verso y recordaréis que la fruta se pudre, que la violencia impera; veréis una joven hermosa y pensaréis en huesos y en polvo. Conoceréis la paz y oiréis el eco del grito; os llevarán al mar y os asombrará la certeza del llano que es devastado por el fuego. Conoceréis el deseo y entonces temeréis el fin de la tierra. Pero, otras veces, conoceréis la muerte y pensaréis en el amor, reconoceréis la maldición del paso del tiempo y os haréis súbditos incorruptibles de la belleza. Laura Casielles