(dádiva deste belo espaço, a visitar) Como un hombre que ha hecho tantas cosas olvidadas, y en el futuro otras tantas que no recordará, inculto, sin lecturas, que sólo tuvo en casas viejos libros en desorden nunca leídos, y su cabeza da vueltas en un oscuro remolino bajo la tierra, y nunca tuvo voces, cielo abierto, ramas sobre ramas. Como un hombre de rosados oídos de caracol. Lejos del mar que a mitad de su vida oye la orden, la obsesión. Soñamos escribir algunos libros pero nunca lo hicimos. En nada se rebajan. Hemos cantado, silbado por lo bajo canciones ordinarias que significaban otra cosa desconocida. La verdad, hemos callado hace tiempo, no sé las razones. Busco entre mis cosas un libro que no he tenido, busco fotos que no he guardado, colecciono hermosos papeles que se deshacen. Víctor Gaviria